miércoles, 25 de junio de 2014

El Barroco Simbolo de mestizaje de Las Culturas

El Barroco Amplias Definiciones


Muchos especialistas en la Historia del Arte consideran,  dentro de la Arquitectura, el término de Barroco Mestizo como inadecuado por no coincidir con los lineamientos del desarrollo del estilo en nuestro medio, sin embargo, el esplendor y brillo del Barroco en los territorios del Virreinato del Perú se debió finalmente a la participación del mestizo que fungió de alarife, constructor, aparejador y diseñador de las obras, luego de apreciar a los artistas españoles que trajeron esta nueva modalidad de construir. Otros especialistas le llaman Barroco Indígena, pero es muy posible que la mayoría de estos artistas hayan sido producto del mestizaje producido desde la primera mitad del S. XVI, habiendo transcurrido más de 150 años hasta el comienzo del estilo y casi 300 hasta sus finales. Recordemos que el término de Barroco le fue dado a esta modalidad de diseño mucho después que se extinguiera.

Conveniente hacer notar que una buena cantidad de especialistas en el estudio del arte en América consideran que el Barroco Mestizo superó largamente a su originario europeo llegando a expresiones plásticas de insospechada producción tanto en el esbozo del planteamiento básico como en el desarrollo del pormenorizado detalle.

Nacimiento y Evolución
Con la llegada de los españoles al Perú desde el inicio de la Conquista, en los afanes de construir el Nuevo Mundo comenzaron a arribar sucesivamente una serie de estilos arquitectónicos expandiéndose por todo el territorio del Virreinato, este traslado de modalidades estéticas o corrientes artísticas se dieron en el territorio americano casi cien años después de aparecer en Europa, debido en principio a la lentitud de las comunicaciones entre los dos continentes, plasmándose cada uno de ellos según la manera en que eran recibidos y aceptados por las sociedades de cada ciudad de entonces. El primer estilo fue el Gótico. Durante la segunda mitad del S. XVI se empezaron a trabajar las cubiertas de los templos y conventos con juegos de lacerías nervadas y techados mudéjares, los que fueron abandonados debido a la acción de los sismos que no dejó mucho en pie, impidiendo que el estilo comenzara a tomar una expresión particular muy suya, propia de la región. De ese estilo queda en Lima como muestra de una producción tardía el artesonado de la Antesacristía de la Iglesia de San Agustín (Foto 1.-) el artesonado del Principal del Convento de Santo Domingo. Al Gótico que duró poco más de 50 años le sucedió el Renacimiento a fines del S. XVI. La expresión regional de este estilo en nuestro medio duró poco menos de cien años y no llegó a cristalizarse porque a pesar de las precauciones estructurales los constructores aún no podían protegerse de la acción de los sismos, a lo que se sumó el arribo de nuevos aires de libertad estilística presentada por el Manierismo que abría inesperados panoramas de producción arquitectónica, escultórica, musical y pictórica.

Al Renacimiento siguió el Barroco en el último tercio del S. XVII, el que comenzó muy discretamente como una consecuencia del Manierismo que a su vez constituía un modo muy particular de trabajar el Renacimiento del que se apartó de sus cánones rígidos de estilo para otorgar a las obras un toque muy especial de expresión marcando una indudable evolución plástica como lo evidencian Juan Bautista Vásquez y Jerónimo Hernández en escultura, Angelino Medoro y Fray Bernardo Bitti en pintura y muy especialmente Juan Martínez de Arrona y Pedro Noguera en la arquitectura, autores de la portada de la Catedral de Lima donde dieron luces hacia la libertad del trazado de los diseños de una manera tal que sirvió de modelo a las producciones de arquitectura que se difundieron por todo el territorio. El Barroco comienza así su expansión, dándose muy buenos ejemplos de la producción del nuevo orden arquitectónico logrando lo que ningún estilo precedente había conseguido hasta ese momento: adentrarse en la idiosincrasia y sentimiento del alarife mestizo. El indígena que trabajaba en estas obras, cualquiera que sea su nivel de participación en ellas, respiraba, comía, vivía y soñaba Barroco. En esa época su radio de desplazamiento era muy corto, lo que le daba sus pies; no había micros ni trasporte a distancia, no había televisión ni radio, su comunicación era simplemente hablada y muy poco leída, sin embargo elaboró grandes maravillas artísticas que le tomaban todo su tiempo, posiblemente toda su vida, tiempo que le sobraba mientras produjera obra. Es posible que contribuyera a esta calidad de resultado el carácter silencioso, introvertido y poco comunicativo del indígena que lo conducía a generar todo este increíblemente enorme y vasto mundo de creación artística.

Características del Barroco
Es poco adecuado catalogar  las características del estilo, pero su enumeración puede conducir al lector a extender su apreciación en otras obras que se presenten a sus ojos en los lugares que pueda visitar.

            1.- Lo primero que hace el estilo es fracturar el tímpano y cornisa tradicionales renacentistas y los rompe en diversas fracciones que se reparten por toda la fachada decorando puertas, hornacinas y ventanas, variando tanto en altura como en profundidad, pero si uno aprecia con una mirada unificadora podrá seguir la continuidad de la cornisa por toda la fachada dado que su sección transversal no se altera.

            2.- Otro cambio lo constituye el desaparecer las espadañas que son unos decorados muros altos que tienen ventanas donde cuelgan las campanas, creando en su vez dos torres de planta cuadrada con cuatro ventanas en donde se ubican las campanas.

            3.- El Renacimiento tenía columnas planas adosadas a los muros llamadas pilastras, el Barroco las separa del muro, las redondea, las vuelve exentas presentadas por una pilastra que queda en el muro y conforme pasa el tiempo en obras sucesivas las va decorando primero muy tímidamente para después volverlas salomónicas profusamente recargadas con motivos autóctonos y naturales.

            4.- Los espacios vacíos de las portadas se llenan con decoración bastante diversificada con elementos lineales y motivos que son proporcionados tanto por la naturaleza de nuestro territorio como por la simbología religiosa secular.

            5.- Las fachadas que en el Renacimiento eran básicamente planas con muy poca profundidad, en el barroco toman mayor desenvolvimiento desdoblándose en varios planos que se van desplazando en profundidad con gran movimiento hacia adelante y hacia atrás, manejando de esta manera un volumen considerable de edificación.

            6.- Con gran habilidad se retoma el tema de las balaustradas de madera manejándolo como una filigrana que adorna con gran acierto las masas edificadas dándoles gracia y encanto.

            7.- Cabe remarcarse que el esplendor del Barroco coincide con un maravilloso desenvolvimiento del ancestral caudal místico indígena donde sus apus son mostrados como una fuerte expresión de profunda vivencia religiosa. Esto lo podemos apreciar por ejemplo en la foto 11 que nos demuestra una vasta y singular imaginería vernacular.

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