miércoles, 25 de junio de 2014

El Barroco Simbolo de mestizaje de Las Culturas

Iglesia de los Huérfanos

En 1596 llega a Lima Luis de Ojeda, un ciudadano portugués conocido con el apelativo de “el pecador”, porque había tenido una vida muy disipada. Él llega con el objetivo de crear un hospicio para niños enfermos, pues su confesor le había comentado que había visto en las calles de Lima muchos niños abandonados y que eran presos de los perros callejeros que los devoraban. Esto le impacto mucho y se dio inmediatamente a la labor de construir un hospicio para los niños pobres y huérfanos, objetivo que llego a concluir en 1603. Según narra el tradicionalista Ricardo Palma, Luis de Ojeda recorría la ciudad cargando dos huérfanos en brazos en busca de compasión y limosnas para mantener el hogar de estos niños expósitos. El hospicio que funciono por trescientos años ya no existe y solo queda la Iglesia del hospicio que se ubicaba al costado.
Conocido con el nombre de Iglesia de los Huérfanos o Huerfanitos, su nombre original fue Parroquia del Hospicio de Niños Huérfanos de Nuestra Señora de Atocha. Este singular templo de estilo rococó está ubicado entre el jirón Azángaro y la cuarta cuadra del jirón Apurímac, frente a la casona de San Marcos.
Lo primero que vemos en su portada de armonioso estilo barroco es un nicho con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y un gran ventanal bajo la hornacina principal. Al ingresar podemos observar la delicada y bella planta ondulante del coro alto y la hermosa planta del techo rodeada de balaustradas y de forma elíptica o abovedada a modo de cielo, pues al inicio estaba pintado de color azul. Esto no lo he visto en ningún templo en Lima y es única en América del Sur. El Altar Mayor está compuesto de dos cuerpos y rodeado de columnas toscanas. Al centro se aprecia la imagen del sagrado corazón de Jesús y las de Santa Rosa de Lima y Santo Toribio de Mogrovejo, estilo rococó del siglo XVIII. En la sección superior o ático se ve la genial escultura del Padre Eterno. 
La hermosa pila de agua bendita está hecha de mármol y en su decoración se ve la figura de un hombre de cabellos largos y vestimenta, al estilo de los antiguos virreyes. Destaca el baptisterio por su rico diseño. Acá se aprecia el cristo crucificado en el centro al igual que la fuente de mármol y, a los costados, las  columnas trabajadas en estuco, han sido decoradas con figuras femeninas, cariátides con rasgos indígenas, que llevan una especie de corona en sus cabezas, siendo cuatro de estas en total, dos arriba que se muestran con mayor distinción y las otras dos, más pequeñas están ubicadas debajo de estas. Estas columnas están decoradas con figuras de pies en su base, mostrando la habilidad y destreza artística del constructor. En la parte superior central una gran venera se despliega notablemente y a sus lados hay inscripciones en latín así como la figura del cordero y un puño.
Las catacumbas descubiertas y que muestran en sus nichos nombres y fechas como 1756, no se sabe cuándo van  a ser abiertas al público, pues el paso del tiempo y el descuido  las ha dejado  en condiciones deplorables. La última visita fue hace 50 años y fue el alcalde Luis Antonio Eguren quien las inspecciono
Nota:El primer cuerpo en piedra oscura mantiene un acierto de diseño Renacentista, pero en el segundo cuerpo producido en piedra clara muestra la irrupción del Barroco con los modillones y la diversificada fractura del tímpano, así como el empleo de la fina balaustrada que rodea todo el templo, acompañada por las torres de planta cuadrada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario