miércoles, 25 de junio de 2014

Epocas del Barroco y Su Final ...
Las épocas del Barroco.
En este punto es conveniente distinguir las dos épocas que el Barroco produjo en el Perú. La primera maneja los lineamientos iniciales del estilo que deviene del Manierismo, mostrando de manera cuidadosa y casi discreta la nueva expresión artística. Se inicia con la portada exterior de la Catedral de Lima (Foto 2.-) la que ocasiona un desdoblamiento en múltiples producciones posteriores como se aprecia en sus similares Catedrales de Cusco ( Foto 3.-) y Ayacucho (Foto 4.-), también en las iglesias de Los Huérfanos( Foto 5.-), y de San Pedro  en Lima( Foto 6.-), en la Iglesia de la Compañía de Pisco ( Foto 7.- ) y muchas más, todas las cuales se desenvuelven en el desarrollo del barroco dentro del encuadre inicial del Renacimiento, haciéndolo despertar a la nueva corriente artística. A esta época no podemos llamarla propia del Barroco Mestizo, es más bien un Barroco Clásico correspondiente a las nuevas normas de diseño.

En la segunda época que es mucho más extensa en cantidad de producción como en el transcurso del tiempo, el trabajador mestizo se vuelca en una desenvuelta producción para llenar el espacio de las portadas con la información proporcionada por los grabados sevillanos y también con elementos provenientes de sus vivencias y formaciones tenidas en su tierra. Ocurre un tremendo despertar estético, así como un enorme desdoblamiento plástico en el que ya no hay modelos o inspiración europea, si no una auto-generación de ideas y de formas que hasta ese momento no se había dado. Se puede hablar de la plástica típica de determinadas regiones de la costa, de otras producciones diferentes de distintos lugares del territorio del Virreinato totalmente identificables como características de determinada región.  La decoración barroca se derrama no solo en portadas de templos, también en sus interiores, en los retablos que hay en cada hornacina, en los recargados marcos de los cuadros con temas religiosos, en púlpitos y sus escaleras, en relicarios y en todo objeto dedicado al culto religioso que pudiera haber en templos, conventos y monasterios. Y se recurre a la madera tallada, entizada y dorada, a la piedra tallada, a las pinturas al óleo y a la música que por siglos permaneció oculta y desconocida, música recientemente descubierta y puesta la luz y a nuestros oídos por el músico e investigador José Quezada, música que hasta ahora no se sabía que existía (“El Legado Musical del Cusco Barroco”) y ha de haberle sucedido lo que a mí, encontrarse con fuentes de información no estudiadas escondidas a ojos vista, esperando por muchos años ser evaluadas y expuestas a la apreciación de quien desee tomarlas, comprenderlas y aquilatarlas.

El mestizaje de la Arquitectura.
Se dieron varias circunstancias que favorecieron la aproximación del individuo mestizo a la arquitectura, entre otras artes. Una es que la demanda de la producción artística (arquitectura,  pintura, escultura, libros, grabados, música, etc.) iba en aumento por el desarrollo de la catequesis y la proliferación de templos, otra razón del desarrollo del estilo fue la cantidad de órdenes religiosas que habían seguido a las primeras que se asentaron en Lima y se desperdigaron por cada ciudad y pueblo del territorio del Virreinato. Además, en un principio los primeros recursos de obras de arte religioso y suntuario era requeridos directamente de España a través de su única conexión oficial con las Indias que era la ciudad de Sevilla, de esta manera el arte sevillano desarrollado dentro del Renacimiento y en especial del Manierismo se hizo presente en todas partes donde hubiera un edificio público, templo, convento o monasterio, casas de españoles o mestizos. Además por esta razón de exclusividad y de abastecimiento al Nuevo Mundo en Sevilla se dio el nacimiento y desarrollo de talleres de producción artística de todas las artes en un deseo de proveer de estas obras a casas, Iglesias y Conventos con una gran variedad de pinturas y esculturas de los más diversos artistas. Sevilla era una inagotable fuente de producción de arte y de formación de talleres y escuelas.

Existe otra razón para la difusión del estilo: inicialmente los creadores de las edificaciones eran especialistas venidos de Europa en los Siglos XVI y XVII pero ya en este siglo la producción requirió de asistentes y ayudantes que no era necesario traer de Europa por lo que se recurrió a gente de la región, en especial a mestizos que tuvieran predisposición para el trabajo de la construcción, pintura, escultura y música. Para esta gente que tenía condiciones para la producción artística constituyó un suceso muy importante en su vida ahondarse en los nuevos conocimientos que solo poseían los especialistas venidos de España. Comienzan a aparecer los mestizos, primero en los trabajos específicos en determinadas partes de las obras, hasta concluir por hacerse cargo de la totalidad de las obras que se les encomiendan. La gran cantidad de creaciones que quedan regadas por el extenso territorio del virreinato dan cabida a los brazos de gente deseosa de expresar su ancestral sentir de la tierra mostrándonos de manera imperecedera la habilidad creadora y condiciones de músico, pintor, tallista, alarife, aparejador y picapedrero nunca vistas antes; esto se puede apreciar por ejemplo, en los capiteles de las columnas del primer patio de la casa Velarde-Álvarez de Ayacucho donde talladores de la época prehispánica que anteriormente laboraron en las edificaciones de piedra de la cultura Inca que vemos en Cusco y otros lugares, se dedicaron a trabajan en estas construcciones Virreinales por haber decaído su demanda ante  la desaparición del Imperio. La muy alta calidad de la obra producida ofrece un enorme contraste con la humildad con que fueron realizadas ya que no se guarda registro de los nombres de sus autores.


Ejemplos de la primera época.
No se puede en tan corto artículo hacer una relación de los productos de esta enorme obra, por lo que citaremos unos pocos en la idea de estar dando algunas muestras del barroco mestizo. Dentro del encuadre clásico de portadas estructuradas a base de calles y niveles (divisiones verticales y horizontales) tenemos en Lima la Iglesia de La Merced (Foto 8) y la Iglesia de San Agustín ( Foto 9)  en las que la profusión del decorado se extiende por todas las superficies disponibles en la portada. Recordemos que en esta época la portada del templo se basaba en el diseño de su retablo mayor, y en ambos casos estos retablos ya desaparecieron.  Los elementos de origen vegetal abundan tomando con gran soltura cualquier espacio disponible plano o curvo, adecuándose con gran destreza al esquema básico de estructuración, de lo que tenemos como muestra la sacristía de la Iglesia de la Santa Cruz de Juli ( Foto 10). Especial referencia merecen los templos del Colca edificados inicialmente en el siglo XVI y reconstruidos cien o más años después al destruirse por acción de los sismos. La reedificación se desarrolló dentro de los conceptos del Barroco pudiéndose apreciar la sobreposición de estilos en la mayoría de ellos como Yanque y Maca, mostrando en general combinaciones de Renacimiento, Barroco y Rococó.

Ejemplos de la segunda época.
Quizá como emblema de la producción indígena se puede presentar el bajo coro de la Iglesia de San Miguel de Pomata en Puno, posiblemente ya desaparecida ( Foto 11). Si observamos con detenimiento apreciaremos que el creador del conjunto luego de plantear la repartición de los espacios correspondientes a cada componente se abocó a diseñar los detalles de manera que cada parte contribuya a la fiesta de formas y claroscuros del tallado en piedra. La hornacina derecha del soto coro está flanqueada por sendas sirenas tocando guitarra adornadas por un tocado que nos recuerda un diseño Chavín y rematada por otro personaje obviamente femenino decorada con otro adorno atinadamente dispuesto. El fuste de la columna está totalmente decorado con motivos que también recuerdan diseños Chavín y todo el espacio está profusamente engalanado en agradable armonía. Ha de ser interesante descubrir porqué existen diseños Chavín en este trabajo Barroco.

Otra expresión totalmente diferente del barroco es el interior de la Capilla de Indios de Lambayeque ( Foto 12) donde de manera bastante ingenua pero con mucho ingenio producen columnas salomónicas de una plástica inigualable; casi parece arte contemporáneo por su libre expresión y logro estético, a pesar de que la iglesia es originaria del S: XVI y la decoración que ahora luce es del S: XVIII.

Podemos seguir dando ejemplos maravillosos de esta producción artística pero sería prácticamente inacabable debido a que cada obra que vemos es totalmente diferente de otras, a pesar de haber sido producida por el mismo alarife en la misma época. Sin embargo cada obra de esta época debe ser estudiada con la profundidad y dedicación que amerita la calidad de cada una de estas producciones. Después de recorrer cualquier región del territorio como la orilla del Lago Titicaca o el Cañón del Colca, o la hilera de iglesias de la costa Sur, o las de  la Costa Norte, o las la sierra de Ancash en su lado que mira al Océano Pacífico, el callejón de Huaylas, o el Callejón de Conchucos, o cualquier parte de nuestro territorio, empezamos a percibir unas manos creadoras que se han solazado haciendo arquitectura extraordinaria. Todo eso se está perdiendo con el tiempo que pasa y la desaparición de la obras no tiene ningún remedio, sencillamente, desaparece y se acabó. Algunas de las fotos que se van a presentar no se podrá volver a tomar, eso ya no existe.

Matías Maestro
Es imposible seguir adelante sin referir la vastísima producción de retablos  producidos en  todo nuestro territorio, gran parte de los cuales ya no existen, donde el mestizo volcó todo su entrañable sentimiento y su deleite por la creación. Desafortunadamente, en el S. XIX, con la intervención de Matías Maestro en representación de la Iglesia Católica manifestándose en contra del estilo Barroco por considerarlo inadecuado a los principios de la Iglesia, se destruyó extraordinarias obras de arte en Conventos e Iglesias, especialmente en Lima. Donde ahora se aprecia un retablo Neoclásico hubo uno Barroco que lo superó ampliamente. Esto se percibe con claridad en las Iglesias de San Francisco y La Merced de Lima donde los Retablos Mayores barrocos fueron reemplazados por los retablos  neoclásicos que ahora se observan. Los retablos Barrocos, retirados de su ubicación en los altares fueron quemados en una pira en cada patio o claustro en todos los Conventos y Monasterios.

Cada época tiene su cristalización y proyección al desarrollo de las comunidades humanas, el Neoclásico también lo tuvo en su momento, pero ahora, mirándolo en la distancia del tiempo, no encontramos justificación para tremendo desastre, fue algo similar a la Inquisición de siglos anteriores.


El final del Barroco
Luego de esta esplendorosa producción de arte, como quien apaga la luz, todo desaparece con la fuerte y paralizante acción del Neoclásico; no solo desaparecen destruidas a propósito muchísimas obras del Barroco, también, y lo que es más lamentable,  el artista  Barroco  indígena desaparece violentamente del mundo artístico en un fenómeno cultural que  hasta ahora nadie se puede explicar. Y solo nos queda algunas muestras que aún así ni siquiera las cuidamos para impedir su desaparición.

El barroco desaparece con la feroz y cruel imposición del Neoclásico y no vuelve a darse nunca más otra expresión tan magnífica de arte popular.

Resulta increíble que habiendo en la actualidad, ya avanzado el S. XXI, no se haya desarrollado una academia o instituto, privado o estatal especializado en el estudio, búsqueda, identificación de corrientes y estilos, de regiones típicas, de autores indígenas, alarifes, maestros, talladores o aparejadores que permita apreciar cabalmente la evolución, desarrollo, variedades regionales  y difusión del Barroco en el Virreinato del Perú. El Padre Rubén Vargas Ugarte, como producto de sus investigaciones bibliogáficas, publicó en 1933 un "Diccionario de Artífices Coloniales" que reunía los nombres de los realizadores de las obras registradas en los documento de la época a los que tuvo acceso en sus búsquedas de información de la época, obra que puede ser un inicio para profundización de esta atractiva gestión de encontrar un derrotero en el proceso evolutivo del estilo.

            A continuación se presentan algunas fotos de los monumentos nacionales referidos en el texto, acompañados por una sucinta explicación de su contenido. Las fotos son propiedad del autor y pueden ser reproducidas citando su origen, como corresponde.
               






                          

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